Deontay Wilder es uno de los mejores boxeadores del momento. Pese a que su última actuación en febrero de 2020 cuando perdió ante Tyson Fury dejó expuestas todas sus limitaciones, el estadounidense ex campeón de los pesos pesados ya se prepara para lo que será su próxima contienda. En este contexto, publicó un video de sus entrenamientos pero las grabaciones se viralizaron por otro motivo.
Es que en las redes sociales varios usuarios notaron algo peculiar en el físico del estadounidense, quien ostenta un impotente torso y brazos fibrosos, pero al parecer debajo de la cintura su cuerpo cambia drásticamente. El púgil de 35 años que mide 2,01 metros de altura tiene extremidades largas, pero la delgadez de sus piernas fue lo que llamó la atención.
Es que en las redes sociales varios usuarios notaron algo peculiar en el físico del estadounidense, quien ostenta un impotente torso y brazos fibrosos, pero al parecer debajo de la cintura su cuerpo cambia drásticamente. El púgil de 35 años que mide 2,01 metros de altura tiene extremidades largas, pero la delgadez de sus piernas fue lo que llamó la atención.
El norteamericano campeón mundial del Consejo Mundial de Boxeo desde 2015 hasta 2020 empezó a trabajar junto a Malik Scott, un peleador retirado al que noqueó en 2014 en el primer round. Su objetivo es ponerse a punto para buscar una posible revancha ante Fury, quien le ganó por la vía rápida en febrero de 2020.
Con respecto a la fotografía que generó burlas, vale recordar que en el boxeo la agilidad de piernas es muchas veces más importante que la fuerza de los puñetazos ya que le permite a los púgiles moverse por el cuadrilátero, esquivar golpes y desgastar al rival. Es por eso que en los pesos más pesados suele verse una disparidad de musculación entre las extremidades altas y bajas, aunque en este caso la imagen de Wilder haya generado curiosidad.
El estadounidense ostentaba un invicto de 43 peleas (solo un empate) antes de su caída frente a Fury, por la cual señaló a su rival por haber escondido algún objeto contundente en sus guantes, acusó a sus propios asistentes de adulterarle el agua y hasta responsabilizó por su performance en el ring al peso del traje que utilizó para llegar al cuadrilátero.
Hace algunos meses, su antiguo preparador Mark Breland declaró: “Cuando Deontay se hizo un nombre fue entrando más gente en el equipo y yo incluso ya ni siquiera tenía su teléfono. Llevo años sin hablar con él a solas, todo era a través de Jay. Deontay se convirtió en alguien difícil de entrenador porque llegó a una fase en que la que creía que sabía más de boxeo que todos nosotros”.
Ahora, Wilder parece haberse puesto nuevamente en marcha y se ilusiona con recuperar su mejor nivel para encarar una nueva contienda, tal vez ante Fury o ante otro de los grandes peleadores de la categoría.