La leyenda del boxeo, Muhammad Ali, murió ayer a los 74 años de edad, en un hospital en Phoenix (EEUU) donde se encontraba hospitalizado desde hacia una semana.
El boxeador, acaso el más grande de la historia de su disciplina, había sido ingresado luego de presentar una crisis respiratoria, probablemente relacionada con la enfermedad de Parkinson con que desde hacía 32 años venía luchando.
La muerte de Alí es la muerte de una de las últimas leyendas que quedaban vivas del mundo del deporte: con una personalidad arrolladora y un talento de púgil inigualable, el tres veces campeón mundial de los pesos pesados y campeón olímpico a los 18 años partió la vida cultural y deportiva de Estados Unidos y el mundo en la segunda mitad del siglo XX.
Muchos lo recordaremos por sus más míticas peleas, en especial las que libró contra Joe Frazier y George Foreman, sus eternos rivales.
La pelea que libró con Foreman en el Congo el 30 de octubre de 1974, ha sido llamada “la pelea del siglo” o “la pelea que paralizó al mundo entero”. Ali recuperó el título que Foreman le había arrebatado, noqueándolo en el octavo round, luego de estar dramáticamente abajo en las apuestas (7-1 a favor de Foreman).
Ali, el hombre
Cuentan que durante su estadía en el Congo previa al encuentro, Ali entrenaba y paseaba con libertad por las calles, codeándose con la gente de la localidad. Fue tal afecto que despertó que pese a las bajas expectativas que acompañaban al púgil, la gente salió a apoyarlo con total naturalidad durante toda la pelea, gritando constánmente “Mátalo, Alí” durante toda la pelea.
Tanto en el ámbito privado como en la esfera pública, Muhammad Ali siempre fue un hombre que despertó por igual simpatía y controversia. Su soberbia en el boxeo y su humildad y fervor en las causas políticas de su era, lo convirtieron en uno de los mayores iconos culturales y deportivos de la historia reciente.
Las mejores frases de Muhammad Ali
- “Flota como mariposa, pica como abeja”: La frase más mítica del boxeo, pertenece a Ali. Con ella el boxeador definía su propio estilo de boxeo, refiriéndose a la velocidad y agilidad de sus piernas y al impacto de su golpe.
- “Soy ‘el más grande'”: Este adjetivo es atribuido a la prensa de Estados Unidos, fascinados con lo mediático y talentoso que era el boxeador. No obstante, Ali usó la frase tanto en vida que acaso imponiéndola logró concretar su mito.
- “Classius Clay es el nombre de un esclavo. No lo escogí. No lo quería. Yo soy Mohammad Ali, un hombre libre”: El boxeador cambió su nombre original, Classius Clay, por el de Muhammad Ali luego de convertirse a la fe del Islam, un hecho bastante popular entre la comunidad negra de Estados Unidos luego de la década del 50.
- “Sólo un hombre que sabe lo que se siente al ser derrotado puede llegar hasta el fondo de su alma y sacar lo que le queda de energía para ganar un combate que está igualado”: Ali, quien no pocas veces en su carrera se vio contra las cuerdas, gustaba de verse a sí mismo como un luchador.
- “Soy el más grande. Me lo dije incluso a mí mismo cuando no sabía que lo era”
- “Al golf también soy el mejor. El problema es que todavía no he jugado”.
- “No soporto ver sangre. En muchas de mis peleas tenía que mirar a otro lado” Pese a que el boxeo es un deporte de contacto, Ali se declaró siempre un no-violento, llegando incluso a no prestar servicio durante la Guerra de Vietnam, declarándose objetor de conciencia.
- “Servir a otros es el alquiler que se debe pagar por una habitación en la Tierra”.
- “No cuentes los días: consigue que los días cuenten”.
- “Imposible es solo una palabra que utilizan los débiles que encuentran más fácil vivir en el mundo que les han dado que explorar el poder que tienen para cambiarlo. Imposible no es un hecho. Es una opinión.”.
- “Odié cada minuto de entrenamiento, pero no paraba de repetirme: ‘No renuncies, sufre ahora y vive el resto de tu vida como un campeón”.
- ¿Por qué Dios es blanco?
(Alirio Vera Morales – La Nación)