Después de las seis de la tarde el estadio Alma Grande, único en su tipo en la población de El Cobre, cierra indefectiblemente sus puertas. Una falla en el sistema de iluminación del coso, que data desde hace un año aproximadamente, impide su operatividad por las noches y por lo tanto afecta la práctica deportiva en el lugar.
Así lo hizo saber Milton Eliécer Mogollón Vargas, poblador de la capital del municipio José María Vargas, quien hizo un llamado directo al alcalde Pablo Moncada Romero, para que se aboque a la resolución del problema.
“No puede ser que los cobrenses, que trabajan todo el día en el barbecho, poniendo sus espaldas al sol, tengan que limitarse en sus actividades de esparcimiento, de ejercitación, porque el sistema de iluminación del estadio fue mal diseñado. Ese estadio queda convertido en una boca de lobo después de la seis de la tarde. Las lámparas, que son bien grandes y costosas, no encienden”, explicó Mogollón Vargas.
Apuntó que el estadio Alma Grande fue, en un principio, un espacio dedicado a la práctica del beisbol, pero hace un año fue remodelado y acondicionado para el fútbol campo, puesto que los terrenos que estaban dispuestos para construir esta cancha fueron destinados a la instalación de una planta lechera, “algo ilógico, puesto que El Cobre es una zona de explotación agrícola”, dijo Milton Mogollón.
“La cancha fue remodelada, se le colocó grama artificial y quedó bonita, pero sin luz por las noches, situación que obliga a nuestros deportistas a tener que salir del municipio para poder disputar sus torneos. Tienen que ir a Seboruco o La Grita”, explicó Mogollón Vargas, quien espera que su petición y la de los vecinos de El Cobre sean atendidas pronto, para beneficio de los ciudadanos del municipio José María Vargas. (MJS)