La alineación de los Tigres de Detroit sigue contando con el nombre de Miguel Cabrera como inicialista, pero también sigue apareciendo el mismo inconveniente, ése que lo afecta desde el Clásico Mundial de Béisbol y que lo ha encaminado a su peor temporada en las Grandes Ligas: dolores en la espalda.
Ahí es cuando aparece (las molestias)
Pero el problema no es batear, porque, pese a las molestias, Cabrera ha conectado 7 incogibles en sus últimos 26 turnos, incluido dos cuadrangulares y tres carreras remolcadas desde que volvió de la suspensión de 6 juegos por aquella contra los Yankees de Nueva York.
Es cuando toma el guante, realiza movimientos horizontales la pelota y corre a la almohadilla para recibir los disparos, el momento en el que las molestias se transforman en un punzante dolor. Durante el juego del pasado viernes volvió a quejarse de la espalda, aunque se mantuvo en el juego. Pero en el encuentro del sábado, donde nuevamente se medía a los Medias Blancas de Chicago, tuvo que ser sustituido por John Hicks al volver la incomodidad en el quinto episodio.
“Fue después de las primeras dos entradas”, respondió Brad Ausmus, mánager de los Tigres, cuando le preguntaron sobre la aparición de los dolores en la espalda de Cabrera. “Creo que estar alrededor de las bases en defensa realmente le afecta. Ahí es cuando aparece”.
De los 124 encuentros que ha participado en 2017, Cabrera solamente ha estado en 11 como bateador designado y otro al aparecer como emergente, el resto ha estado en la primera base.
Cabreras apenas batea para .248 con 16 jonrones y 60 carreras remolcadas, proyectando cerrar la zafra con sus números más bajos desde su año de novato cuando solamente disputó 87 juegos. (Vía Meridiano.com.ve)