La eliminación prematura -apenas en primera ronda- de Corea del Sur constituye una de las grandes decepciones en el inicio del Clásico Mundial de Beisbol.
Los coreanos, junto a China Taipéi, se convirtieron en las primeras selecciones eliminadas del torneo, algo que nunca se pensó en el caso de los anfitriones.
Jugar en su país, con sus condiciones y con algunos nombres importantes en su roster, los colocaba como favoritos a avanzar, pero nunca mostraron los argumentos necesarios para conseguirlo.
Una ofensiva pobre, terminó siendo el factor determinante de los malos resultados obtenidos por Corea del Sur. Los lanzadores de Israel lo limitaron solamente a 8 inatrapables y Holanda los blanqueó para dejarlos al borde del abismo. Un boleto de Jurickson Profar terminó de concretar su despedida prematura.
Señalado quedó el inicialista, Dae-Ho Lee, que más allá de ser su principal figura, los 14 cuadrangulares que conectó con los Marineros de Seattle en 2016 lo convertían en el nombre a seguir en Corea del Sur. No obstante, consiguió solo 1 inatrapable en 9 turnos y dejó cuatro corredores en base en los dos primeros encuentros de su selección.
Los maderos orientales consiguieron anotar 1 carrera en dos juegos y tenían su promedio colectivo en un pobre .218 al haber concretado su eliminación. El pobre contacto no se vio compensado con el poder, puesto que Corea del Sur no consiguió cuadrangulares ni triples y solo sumó un par de dobletes.
Por segunda vez consecutiva Corea del Sur no logra el pase a segunda ronda en el Clásico y empieza a perder esa etiqueta de potencia asiática cuando de béisbol se trata.
(Vía Meridiano)