Dos episodios necesitaron los Astros de Houston para conquistar la Serie Mundial, en el béisbol de Grandes Ligas, frente a un equipo que en el último compromiso no contó con el buen trabajo del abridor del enfrentamiento.
Dodgers de Los Ángeles, el más ganador en la temporada regular con 104 triunfos, enfrentó a Houston con sus mejores armas y obligó a un séptimo compromiso para decidir el título, en el tradicional ´clásico de otoño´, en el que fracasó por la debilidad del pitcheo abridor.
El Dodgers Stadium, con capacidad para 56 mil personas, recibió a 54.124 aficionados que animaron a sus locales, en su intento de alcanzar el banderín en 29 años.
Los abridores designados no cumplieron el trabajo y obligaron a los mánagers a utilizar a sus relevistas, y a otro de los hombres de la rotación regular para la serie final, en el caso de los Astros.
Yu Darvish, con un fracaso en el quinto compromiso, apenas se mantuvo en la lomita durante uno y dos tercios, permitiendo las cinco carreras del rival, suficientes para el triunfo, además de tres sencillos, un boleto y toleró un jonrón. Llegaron en su auxilio Brandon Morrow y Clayton Kershaw, de excelente trabajo durante cuatro episodios, Kenley Jansen y Alex Wood.
El mánager A.J. Hinch se decidió a última hora por Lance McCullers Jr., un derecho que tampoco cubrió buen trecho, apenas 2 y un tercio, con tres sencillos. El estratega lo envió a las duchas y movilizó todo su bullpen, para preservar la ventaja que tomaron en los dos primeros episodios frente a Darvish.
Siguieron en el orden, Brad Peacock, Francisco Liriano, Chris Devenski y Charlie Morton, lanzador que permitió la única carrera de los locales, pero se acreditó la victoria, mientras que Darvish se fue con la derrota, segunda en la Serie Mundial.
Ganan los Astros de Houston la Serie Mundial, con tan solo 55 años de franquicia en Grandes Ligas. La organización comenzó a trabajar en la Liga Nacional, pero en un cambio, que llamó la atención de los aficionados, pasaron a formar parte de la División Oeste de la Liga Americana, y un balance indica que les ha ido muy bien. No esperaron mucho tiempo para conquistar el banderín, y frente a uno de los equipos con mayor prestigio en la Liga Nacional.
En el compromiso jugado el día miércoles, que marcó la final del tradicional clásico, el pitcheo de los Dodgers dominó a la toletería de Houston, y lo revela la cantidad de imparables que conectó la toletería, cinco en total. George Springer, de 5-2, un jonrón y par de carreras impulsadas; José Altuve, 3-0, con carrera impulsada; Carlos Correa, de 4-1; Yuli Gurriel, de 4-1, y el venezolano Marwin González de 2-1, carrera anotada. Dos carreras en la apertura del primero y tres en el segundo, suficientes para el triunfo, y allí se refleja que los cinco lanzadores utilizados por Hinch pudieron detener la ofensiva contraria, permitiendo una sola rayita en el cierre del sexto tramo y allí se cerró el empeño de ganar el compromiso.
Springer resultó el Jugador Más Valioso del compromiso, con un jonrón y par de carreras impulsadas, que no pudieron superar los Dodgers. La franquicia, de la Liga Nacional a la Liga Americana, se convierte en el único equipo que disputa el Clásico en ambas ligas. Lo hizo en el 2005 y los Astros de Houston salen barridos por Medias Blancas de Chicago en cuatro compromisos, conjunto que en esta temporada fue dirigido por el venezolano Oswaldo Guillén. Una historia maravillosa escriben estos Astros campeones que llevan la alegría a los aficionados de la ciudad de Houston, en Texas.
(Gustavo Carrillo)