¡Heroico! ¡Milagroso! ¡Agónico! Una y todas las anteriores. Así clasificó Ucrania a los cuartos de final de la Euro 2020, a costa de una Suecia que apostó a los penaltis, que guardó su talento al final y se quedó con las manos vacías. Ahora será Ucrania el que se cite con Inglaterra en la siguiente fase tras una llave emocionante hasta el tope.
La gloria era para Dovbyck, el suplente aclamado, el que probablemente solo conocía Shevchenko, el hombre cuya cabeza milagrosa sentenció el duelo in extremis, cuando terminaba ya el tiempo de adición y parecía que iban a los penaltis. Pero no fue así por el hombre que cambió la historia y puso el 2-1 y que clasificó al país, por primera vez en su historia, a unos cuartos de final. ¿Suecia? Tuvo todo para ganar pero eligió ahorrar. Y perdió.
Ya parecía que sería la victoria de David contra Golliat (Suecia era el gran favorito) cuando a los 10 minutos Yaremchuk probaba los reflejos de Olsen y más aún después, cuando, a los 27 minutos, Yarmolenko vio mejor ubicado a Zinchenko en la banda opuesta y le dio el pase que acabó en un zurdazo inatajable para el 1-0 de Ucrania que nadie esperaba. Sonreía, cómo no, el técnico Andryi Shevchenko.
Pero después del golpe era una herradura en la cancha, con 21 hombres volcados en campo ucraniano, Con Isak intentando y todas las opciones para Suecia, hasta que la fortuna hizo lo suyo: el gran remate de media distancia de Forsberg se desvió en Zabarnyi y desubicó al portero Bushchan. Era el 1-1 a los 43. Y son 4 goles en 4 partidos para al goleador sueco, que ahora les discute a los grandes artilleros el sitio de goleador del torneo.
Y el complemento llegó a toda velocidad, primer con un gran remate de Larsson apenas desviado y luego con Yarmolenko estrellando un hermoso remate desde afuera en el rebelde palo, idéntico final del intento de Forsberg ante el arco de Olsen. Entonces Isak metía miedo también en otra descolgada; Sydorchuk intentaba colgar al portero cuando se la pinchaba contra el travesaño; Kulusevski se perdía la más clara a los 65 en el lucimiento del arquero Bushchan y a los 68 otra vez Forsberg la estrellaba en el travesaño para tristeza de los suecos y… ¡no daban respiro estos muchachos!
Sobre el final el chico Zabarnyi (18 años) le negaba el gol a Kulusevski y era hora de pactar el tiempo extra, cuando a los 20 en cancha les pesaba el alma después de semejante despliegue físico.
Sería el momento del infortunio cuando, a los 98 un planchazo de Danielsson a Besedin fue merecidamente castigado con la tarjeta roja.. que puede ser poco considerando que el agredido se retiró sin poder apoyar el pie, lo que hace sospechar una lesión grave. Un par de emociones más, especialmente del lado de los ucranianos, con Malinovskyi se registrarían al final, pero serían los choques, violentos y muchas veces con consecuencias complejas, los protagonistas en esa media hora adicional que dio paso a los penaltis que negó Dovbyck.
La historia terminó como terminó, una pena para el perdedor, que dejó la vida en la cancha sin ningún premio pero que aprendió que, la próxima vez, tendrá que ser más valiente en sus apuestas. El fútbol, como la vida, también se nutre de ese azar.