Luis Suárez estuvo muy cerca de no fichar por el Atlético de Madrid el pasado verano. Las intenciones principales del FC Barcelona eran las de traspasarle a un equipo extranjero para así evitar reforzar a un rival directo, algo que terminó ocurriendo. El favorito para llevarse al delantero uruguayo era la Juventus, pero al tener pasaporte extracomunitario necesitaban alguna fórmula para que Suárez pudiera ser inscrito.
La opción tomada fue la de intentar que el jugador se sacase la nacionalidad italiana a la cual podía acceder gracias a su mujer, que ya la ostenta. Para ello, el uruguayo tenía que someterse a unas pruebas de nivel de italiano que terminaron siendo amañadas para intentar que Suárez vistiese de blanco y negro sea como sea.
El fraude fue detectado antes de que cualquiera de las dos partes pueda sacar provecho de la operación. Tras sospechar anomalías en la prueba, la policía italiana investigó y descubrió que el uruguayo conocía las preguntas del examen desde antes, todo para que Suárez pudiese aterrizar en la Juventus. A cambio, el club aseguró a la universidad donde se llevan a cabo estas pruebas que llevarían más futbolistas.
Poco tardaron en salir a la luz las preguntas a las que fue sometido el delantero ahora rojiblanco, pero no ha sido hasta ahora cuando han trascendido las imágenes del examen de Suárez, en las que además de hacer su prueba, ríe con los examinadores, se saca fotos y firma algún autógrafo.
El vídeo llama la atención por el ambiente distendido que se muestra en lugar de uno más sereno, acorde con la concentración que requiere una prueba en la que el delantero se estaba jugando su futuro. Al delantero le preguntan por su trayectoria profesional, por su familia y que describa alguna imagen o situación que parecen mostrarle.
También ha sorprendido que al finalizar la prueba, los profesores recogen el examen y al poco vuelven con más personal que querían conocer al futbolista, con el que tienen tiempo para hacerse fotos. Todo ello, sin señalar las escasas medidas de seguridad contra el covid, con los dos examinadores realizando la prueba con la mascarilla bajada y sin apenas distancia de seguridad.