Zlatan Ibrahimovic insiste en que es joven, diga lo que diga su carnet de identidad. A sus 39 años está viviendo una temporada dulce en su regreso al Milan, como demostró el doblete que consiguió en la última jornada frente al Crotone. Dos goles que le permitieron cruzar la barrera de los 500 goles como profesional del balompié.
A su edad, Ibrahimovic podía haber aceptado las ofertas que tenía de ligas de teórica categoría inferior a la Serie A. Le llamaron de Estados Unidos de nuevo para volver a la MLS, de su país… Pero decidió aceptar la propuesta de un equipo en el que ya había militado diez años atrás. Todo un Milan le llamó y él no sólo aceptó el reto, sino que elevó la apuesta.
Su intención nada más llegar no fue, ni mucho menos, la de brillar únicamente de manera individual. El objetivo que tiene es ayudar a que el Milan vuelva a levantar un Scudetto para acabar con la dictadura de la Juventus, y de momento no les está yendo mal: los ‘rossoneri’ son líderes con 49 puntos, dos más que el Inter y siete más que la Juve (con un partido menos).
Llegar a los 500 goles (lleva 501) como profesional y hacerlo en un momento dulce bien vale disfrutarlo con la mejor compañía. En este caso, la de uno de los coches más exclusivos que tiene Ibrahimovic en su colección. Se trata de un Ferrari Monza SP2, uno de los biplazas más exclusivos de la fábrica de Maranello. Aunque lo tiene desde hace tiempo, Ibra no suele hacer mucho uso de él, ya que prefiere usar otros (algo menos exclusivos) para el día a día. La frase con la que ha acompañado la foto presumiendo de coche no puede ser más elocuente: “Camino al objetivo”.
Se da la circunstancia de que, además, Ferrari y la Juventus comparten propiedad: ambos son de la familia Agnelli. ¿Lo habrá tenido presente Ibra para lanzarles un dardito?