Rodman y Tyson tuvieron una charla recogida en el podcast ‘Hotboxing’ y hablaron, entre otros temas, de los efectos de tener sexo durante toda la noche previa a un partido o un combate de boxeo
Imaginen una charla durante más de una hora entre Dennis Rodman y Mike Tyson, dos singulares iconos deportivos de la década de los 90. Bueno, no hace falta imaginarlo, la conversación tuvo lugar este fin de semana y quedó recogida en el podcast ‘Hotboxing’. Una hora de desenfreno verbal donde el excéntrico ex jugador de la NBA destapó un puñado de anécdotas. Entre ellas, aquella primera borrachera con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un.
Ambos (Rodman y Kim Jong-un) se conocieron en un partido de exhibición disputado en el país asiático. El invitado era Michael Jordan, pero, por circunstancias, acabó acudiendo él. “Cuando me dijeron que iría a Corea del Norte, pensé que firmaría algunos autógrafos y jugaría un partido de baloncesto. Bajé del avión, había una alfombra roja y unas ochenta personas. Él se me acercó preguntándome si estaba feliz de estar en su país”, explicó.
Al llegar al pabellón, Rodman se topó con el líder norcoreano: “22.000 norcoreanos se ponen de pie y comienzan a aplaudir. Entonces saludo y alguien me dice: ‘No es para ti, es para él’, señalando a Kim Jong-un. Le pregunto: ‘¿Quién es ese tipo?’. ‘Ese es nuestro líder’, me contestó. Así fue como supe quién era”.
Tras ese primer encuentro, vino una intensa noche de juerga. “Recuerdo es que estamos cenando y muy borrachos, porque habíamos tomado mucho vodka.Él comienza a cantar en el karaoke y no tenía ni idea de qué demonios estaba diciendo. Todo el mundo comienza a aplaudir y luego sale una banda de 18 bonitas chicas, pero solo tocaron una canción. Solo una jodida canción. Fue el tema de Dallas'”.
Antes de marcharse, Kim Jong-un le dijo que volviera cuando quisiera y Rodman le puso como condición que esas mujeres se aprendiesen canciones de los Rolling Stones o de Pearl Jam: “Cuando regresé, cantaron las siete canciones que le había dicho”. Desde aquel primer encuentro, su amistad ha sido un asunto público. “Era como si yo fuera uno de la familia. Sin embargo, cuando regresé a los Estados Unidos, me di cuenta de que estaban revisando mi teléfono”, aseguró.
Según el propio Rodman, la política nunca le ha importado, de ahí que, paradójicamente, no tenga problemas en admitir su buena relación con Donald Trump: “Donald amo tus campos de golf, amo a tu esposa, a tu hija, creo que haces un buen trabajo. No me meto en eso, a mi me gustaba cuando salíamos en Miami y jugábamos al golf. Me gusta Donald”.
Una noche de sexo antes de un partido
Rodman no se cortó al contarle a Tyson las dos noches enteras de sexo, antes de un partido. Y, por supuesto, las consecuencias que tuvo: “Lo hice dos veces en mi vida, no sabía que no ayudaba para el partido. Traté de tener sexo toda la noche previa, pero no salió demasiado bien. En el primer cuarto, el entrenador me dijo: ‘Dennis, tengo que hablar contigo… sé lo que hiciste anoche'”. Tyson admitió que él nunca lo había hecho, pero conocía boxeadores que sí lo habían experimentado: “Decían que sin eso no podían rendir en el cuadrilátero”.
Mientras charlaban, Tyson fumaba un cigarrillo de marihuana y Rodman, un habano. Y la cosa desembocó en risas al recordar uno de sus primeros encuentros. “Un día estaba en un hotel de Las Vegas y tuve la idea de ir de compras a Versace. Entonces me dicen que Mike Tyson estaba allí y yo dije que estaba bien, pero entonces empezaron a sacar a toda la gente porque estaba Mike. Ese momento yo era un don nadie. Mike estaba probándose unos trajes y un amigo mío se dirigió a él: ‘Hey, ¿cómo estás?’. Mike se dio vuelta y le golpeó. No fuerte, sino un golpecito. Entonces, vino hacia mí y me dijo: ‘Te amo, pero voy a matar a ese malnacido que esta justo allí”.
Para rematar la charla, Tyson le hizo una curiosa pregunta a Rodman: “¿Has probado alguna vez un sapo?”. La cuestión desató bastantes carcajadas, claro. Y es que el ex campeón de los pesados contó hace algunas semanas que había fumado el veneno de un anfibio y que, según él, le había limpiado el alma. Sin embargo, Rodman rechazó su propuesta y admitió que le da algo de miedo probar ese tipo de drogas.
Agencias