Un clamor de auxilio realizó la comunidad que habita el sector de Barrio Sucre, debido al inminente deterioro en el que se encuentra la cancha que beneficia a toda esa población, así como también a demás sectores de la región.
Ubicada en la parte alta de Barrio Sucre, la cancha cuyo nombre comparte con el sector, se encuentra atravesando por una crítica situación, debido al avanzado estado de desgaste en el que está su manto sintético, por lo que la administración de la estructura se ha visto en la obligación de realizar “maromas y milagros” para conservarla aún apta para la práctica deportiva.
Es por ello que Darwin Naranjo, director de la Junta Administradora de la cancha Comunidad de Barrio Sucre, lanzó un llamado de ayuda a los organismos competentes al mantenimiento deportivo en la región y nación, para que se avoquen a la solución de esta problemática.
Naranjo mostró la precaria condición en la que está el manto sintético, ya que se encuentra totalmente desgastado, sin el nivel de goma y caucho necesario para su respectivo uso.
Explicó el vocero que, ante sus elevados costos de mantenimiento, la administración de la cancha se ve inhabilitada para acarrear gastos de optimización, puesto a que entonces se verían en la obligación de subir el alquiler de los espacios de la cancha, cosa que no quieren llegar a hacer, pues sería la población en general la más afectada.
Por ende, Naranjo hizo un llamado a la empresa pública y privada, para que se preocupen por esta problemática y les “eche una manito” en su cuidado, pues recordó que junto a la de la UCAT y la de Santa Ana, es una de las pocas canchas que aún “está jugable”, y que este es el momento de trabajar en ella y aplicar las acciones necesarias para evitar que la misma sufra el mismo destino que Puente Real y Plaza Venezuela, en donde ya es prácticamente imposible jugar.
También quiso llamar la atención de la Federación Venezolana de Fútbol, y la Asociación Tachirense de Fútbol, organismos dependientes y reguladores del balompié en el país y Táchira, pues indicó que en la cancha de Barrio Sucre hace vida una escuela de fútbol menor con más de 400 niños, y que ese espacio también es utilizado por el fútbol veterano.
“Aún estamos a tiempo para evitar que la cancha se convierta en la de Plaza Venezuela y Puente Real. Solo, como comunidad y administración, pedimos a las instituciones deportivas, ministerios, organizaciones, direcciones, entre otras, así como también a la empresa privada, que nos ayuden a mantener el buen estado de esta cancha”, comentó el dirigente deportivo.
De tal manera, Naranjo informó que a él le ha tocado “remendar” partes que ya tenían hueco. Le tocó cortar espacios del área de porteros para cambiarlos por lugares dañados en el manto sintético del terreno de juego.
Tanto para el mal estado del manto sintético como los problemas de luminosidad que hay para jugar en las noches, Naranjo confía que saldrá algún amigo del deporte que le duela esta cancha, y que juntos puedan rescatar y evitar que llegue a condiciones extremas.
(Favio Hernández)