La Copa Venezuela se ha convertido en una especie de embrujo para el Deportivo Táchira. De nuevo el aurinegro suma una edición más de la justa futbolera sin poder aspirar al título, premisa que le es esquiva desde hace 32 años, después de quedar eliminado en la tarde-noche de ayer en su doble enfrentamiento de los octavos de final ante el Zamora FC.
Un error defensivo en la humanidad de Jhonatan Lopera en el minuto de reposición del primer tiempo, fue aprovechado por el atacante Edickson Gallardo para poner arriba a su equipo en el gramado del estadio Pueblo Nuevo y colocar el global 3-1 a favor del visitante, producto de la victoria por 2-1 en su fortín del Agustín Tovar “La Carolina” de Barinas.
Pese a los cambios hechos por el técnico Álex Pallarés en el complemento, reforzar la ofensiva con el ingreso de José Miguel Reyes desde el inicio por el volante de primera Romeri Villamizar y más adelante la presencia de Edgar Pérez Greco por Héctor Noguera y en los minutos finales la entrada de José Rafael Reyes por Jeison Ramírez, no fue suficiente para vencer el buen trabajo defensivo del conjunto “zamorano”, que una vez más ratifica el por qué es el campeón del Torneo Apertura y líder del Clausura de la temporada 2018 del fútbol rentado venezolano.
En el descuento, a los 96 minutos el atacante Víctor Aquino igualó el compromiso en el cobro de una pena máxima ante mano en el área del defensor De la Hoz, resultado que no le alcanzó al local para mantenerse con vida dentro contienda copera.
El Zamora hizo lo justo, ganó en la ida por 2-1 y empató en la vuelta 1-1, para un global de 3-2 que lo clasifica a los cuartos de final de la Copa Venezuela, y con ello dejar fuera de toda opción al Deportivo Táchira.
Al igual que en Barinas, otra vez el combinado barinés terminó jugando con diez hombres luego de la expulsión del defensor uruguayo Ignacio González por agredir sin balón a José Miguel Reyes. Pero pese a quedar con inferioridad numérica, el visitante jamás desentonó, siguió con la misma tónica de todo el compromiso, haciendo lo justo, esperando y saliendo en contraataque para crear serio peligro en las huestes del anfitrión.
Si bien es cierto el equipo local no desentonó, luchó durante el tiempo reglamentario y el agregado en busca de la arquería contraria, en esta ocasión se encontró con un arquero Yoel Graterol bien ubicado en su marco, aunado a que los atacantes aurinegros no estuvieron finos a la hora de definir.
Con la eliminación de la edición 2018 de la Copa Venezuela, jugadores y cuerpo técnico del aurinegro les queda remar fuerte en el Torneo Clausura, meterse en el grupo de los ocho para buscar la clasificación a la liguilla final y aspirar por el título, cita de la cual sale un segundo representante de Venezuela a la Copa Libertadores de América. (Homero Duarte Corona)