El grupo punk y de activistas, Pussy Riot, se atribuyó este domingo la responsabilidad por la invasión de cancha que realizaron cuatro personas y que interrumpió la final de la Copa del Mundo entre Francia y Croacia.
Las cuatro personas ingresaron en medio del partido de manera simultánea, vestidas con lo que parecían uniformes policiales antiguos, para ser derribadas por personal de seguridad.
Pussy Riot afirmó que había organizado la invasión y emitió en Twitter una lista de exigencias al gobierno ruso, incluida la de liberar a los presos políticos, poner fin a los “arrestos ilegales durante las protestas” y “permitir la competencia política en el país”.
Las mujeres sorprendieron a los miembros de la seguridad del campo en el minuto 52 del partido al saltar al césped cada una por un lado. Los agentes reaccionaron con rapidez y poco después fueron retiradas del terreno de juego.
El encuentro, con 2-1 para Francia en ese momento, tuvo que detenerse hasta que las chicas fueron desalojadas, pero continuó con normalidad poco después.